POCO SALUDABLE Y CARA

Author: No hay comentarios Share:

Hay quien la considera chatarra, basura y quienes ni siquiera la comida, sino preparaciones industriales comestibles que estimulan el apetito de manera artificial y cuyo consumo habitual  pueden derivar en múltiples efectos adversos en la salud. Más de cuatro raciones diarias aumentan hasta un 62% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, obesidad e incluso depresión, entre otras. De ahí que distintas instituciones insten a regular el mercador a fin de revertir la tendencia. Pero no hablamos solo de bollería industrial, chuches y refrescos, sino que  cereales de desayuno, sopas, derivados cárnicos o embutidos también forman parte de los alimentos ultraprocesados.

Tras múltiples estudios ha quedado demostrado que estos productos contienen pocos o ningún alimento entero, e incluso hablan de formulaciones a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos a las cuales se les añaden distintos aditivos. Es una forma de crear un producto atractivo al consumidor debido a su  durabilidad y accesibilidad.  ¿Cómo distinguirlos? Fácilmente: si un producto tiene más de cinco ingredientes probablemente estemos ante un ultraprocesado.

Por otro lado tenemos un patrón alimentario, y es que la alimentación en colectivos de escasos recursos económicos es menos saludable;  pero no es que la gente no quiera o no sepa cuidarse, sino que confluyen varias circunstancias, la precariedad laboral es una de ellas. No solo pesan  los  recursos económicos sino que la falta de tiempo obliga a los trabajadores a inclinarse por la comida  precocinada y productos ultraprocesados.

Y aquí partimos de otro dato erróneo, este tipo de productos no son elegidos por baratos – solo lo son  si los comparamos con una comida en un restaurante de servicio completo- sino por accesibles. Entonces tenemos productos poco saludables  por que se elaboran con  ingredientes de baja calidad  nutricional para venderlos a bajo precio a colectivos de pocos recursos económicos, ¿y la solución es subirles el impuesto, es decir … subir el precio?.

Enfocarse en evitar que los consumidores tengan acceso a productos ultraprocesados puede estar equivocado. Si el gobierno quiere involucrarse y comenzar a regular la ingesta de calorías y mejorar la dieta de la población tiene que tener en cuenta otros parámetros, como por ejemplo:

*Promover cambio de hábitos de consumo mediante campañas de promoción de la salud.

*Conciliación familiar y de horarios. Se sabe que trabajar más horas aumenta el consumo de comida rápida, independientemente del nivel de ingresos. La gente lo come porque es rápido y de fácil acceso.

*Etiquetado claro y conciso. Las personas que revisan los ingredientes a la hora de adquirir los alimentos tienden a elegir opciones  más saludables.

*Regulación. Limitar el uso de grasas saturadas, azúcar,  sal y  conservantes dañinos para la salud.

*Bajar los impuestos a productos frescos,  frutas y verduras.

Previous Article

NUEVOS USOS PARA NUEVOS TIEMPOS

Next Article

Requisitos de Seguridad Disfraces para Carnaval

También te pueden interesar...

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad