La crisis sanitaria provocada por la expansión del coronavirus está planteando grandes retos a toda la sociedad y supone un punto de inflexión que nos obligará a aprender a vivir de otra forma. Desconocemos qué nos vamos a encontrar tras el fin del confinamiento, la vuelta al trabajo y la vida social, o la vuelta a las actividades al aire libre. No podemos pronosticar el futuro, cómo y cuándo volveremos a la normalidad y cómo seremos mañana, todo ello dependerá en gran medida de las indicaciones de los especialistas en salud pública. Un nuevo escenario supondrá un gran reto para toda la sociedad, consumidores, empresariado, asociaciones, organismos oficiales, etc.
La realidad asociada a la crisis sanitaria ha cambiado los hábitos de los consumidores y queda pendiente conocer la reacción que provocará en los hogares las consecuencias de la crisis económica que ya padecemos en nuestra comunidad. Es evidente que no tendremos los mismos servicios como hasta ahora, sino que habrá que reinventarse como ya lo estamos haciendo en los hogares extremeños. Nuestra ventana al mundo viene vía Whatsapp, súper online, grandes plataformas de ocio online, películas y series en streaming en smart TV. Ante esta situación es evidente que consolas, PC, Mac, móviles, tabletas y demás dispositivos, con su acceso a internet van a ser piezas claves en el día a día, todo ello enfocado a hacer más llevadera la vida en casa.
En un primer momento y movidos por la crisis sanitaria, los hábitos de consumo elevaron a los primeros puestos de la cesta de la compra productos como los aperitivos, los snacks y las bebidas, e incluso productos de belleza. El nuevo consumidor se encuentra entre la precaución por el futuro económico y el anhelo de momentos de ocio y diversión. ¿Desarrollaremos hipersensibilidad al precio?, ¿crecerá la demanda de información sanitaria? ¿nos decantaremos por alimentos y productos frescos y de proximidad? ¿seremos más exigentes con la trazabilidad de los productos? ¿se disparará el ecommerce alimentario?. Durante el confinamiento el consumo se ha dividido entre productos básicos y de capricho, y si el Canal online y la repostería están siendo los grandes protagonistas de nuestra reclusión, la innovación va a ser pieza clave a corto y largo plazo. La pregunta es ¿cómo nos preparamos para el día después?
Efectivamente, habrá un antes y un después económico y social de la actual pandemia, sin duda. El Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria, CNTA, prevé que la nueva compra será más higiénica y menos ‘sociable’. Que el consumidor va a valorar más a las empresas que garanticen la seguridad alimentaria y la trazabilidad de sus productos. Que volveremos a una compra más racional, recurriendo de nuevo a los básicos, al producto asequible, saludable y sostenible. Buenoooo, pues estamos de enhorabuena, porque de eso tenemos mucho en Extremadura, tomates, quesos, frutas, vinos, dulces, buenos jamones y hasta cava para celebrar. Ahhh se me olvidaba, trato personal y cercano… si es que tenemos de tooo.